Un día a la vez...

Durante muchos años esta frase la he tenido súper presente, de hecho creo que ha sido mi favorita desde siempre, y me he esforzado en tratar de vivir así, literal caminando en el presente sin abrumarme demasiado por lo que está en el futuro.

Y como nos cuesta ir despacio, los días, los procesos y los momentos pasan casi volando frente a nosotros y no nos damos el espacio de procesar muchas veces las etapas de nuestra vida. ¿Te has puesto a pensar en la cantidad de detalles que nos perdemos al ir muy rápido en la carretera? Bueno, muchísimos, es casi imposible apreciar lo que pasa a nuestro alrededor e inclusive dentro de nosotros mismos cuando vamos corriendo por la vida.

Algo que siempre me enseñaron mis papás fue a avanzar poco a poco pero de la forma correcta (con buenas bases), muchas veces queremos todo ya, pero lo cierto es que para alcanzar la mayoría de las cosas es necesario tener constancia. Nuestra vida se va construyendo con pequeños esfuerzos que llevan a tener grandes resultados, viviendo un día a la vez…

En el último tiempo aprendí que aunque planifiquemos muchas cosas (lo cual está bien), debemos estar preparados para que esas cosas no pasen, aprender a soltar hoy lo que quizá ayer teníamos seguro. Aprender que lo importante no es lo que hice ayer, ni lo que haré en unos días o inclusive en algunos años, lo más importante siempre será mi aquí y ahora.

Inclusive debemos aprender a darnos espacio para vivir los días que no son tan bonitos, sentir lo que está pasando sin apurarnos a pasar a la siguiente etapa, porque eso muchas veces lo que hace es atrasar nuestros procesos de crecimiento y madurez.

Así que, sea cual sea mi situación me repito constantemente que debo ir un día a la vez y en este proceso de sanar muchas cosas que han pasado esa ha sido mi esperanza, saber que puedo ir poco a poco avanzando, sin saber exactamente cómo voy a estar en algún tiempo pero siempre con la esperanza de que será mejor que hoy.

No sé qué cosas te puedan estar abrumando, lo que pasó, las “malas decisiones”, problemas que te desgastaron, una relación que terminó, un trabajo que no se dio, no sé… Solo estoy segura que la vida se vive mejor si logramos ir resolviendo y sanando cada una de esas cosas un día a la vez, sin abrumarnos por resolver todo ya.

“Evita preocuparte, estresarte o sentir ansiedad por cómo saldrán las cosas, vive cada momento y disfruta el día. Si te preocupas por la montaña que ves a lo lejos, te vas a tropezar con la colina que esta frente a ti”

Drew Brees.